¿EXISTE RELACIÓN ENTRE LOS TRASTORNOS PSICOLÓGICOS Y LOS PROBLEMAS GASTROINTESTINALES?

Imagínate la siguiente escena: estás en tu trabajo, tu jefe te presiona para que entregues un informe inmediatamente. Te sientes alterado, estresado e incluso angustiado… De repente te llevas las manos al estómago, sientes un malestar allí y debes correr al baño. Ésta es una vivencia que experimentan miles de personas en el mundo. Sufren episodios de malestares gastrointestinales cuando se encuentran sometidos a presión o estrés.

Entre todos los sistemas que conforman nuestro organismo, quizás el que sufre con mayor frecuencia los embates del área psicológica es el sistema digestivo. Esto se debe a las intrincadas conexiones nerviosas que existen en nuestro cuerpo.




Esto ha intrigado a los especialistas desde hace muchísimos años, por lo que se han realizado numerosos estudios sobre el tema. Uno de los estudios más importantes explica que esa relación inequívoca que existe entre la parte psicológica y la gastrointestinal se encuentra en la anatomía y la fisiología.

Según este estudio, a nivel de las vías digestivas hay aproximadamente 100 millones de neuronas, las cuales tienen la capacidad de secretar sustancias químicas conocidas como neurotransmisores. Estos a su vez intervienen en el transporte de ciertas hormonas como la dopamina y la serotonina, las cuales tienen un papel preponderante en los estados de ánimo, especialmente la felicidad.

Tomando en cuenta lo dicho, se observa que existe una relación muy estrecha entre la parte psicológica y el área gastrointestinal. Cuando hay algún desequilibrio a nivel psicológico se producen en el organismo una serie de cambios mediados por los neurotransmisores y hormonas que se liberan. Esos cabios repercuten directamente en el tracto digestivo ocasionando algunos cambios allí.

Los trastornos psicológicos, como el estrés, por ejemplo, pueden tener una gran cantidad de efectos en el sistema digestivo. Entre estos se pueden contar: cambios en la motilidad intestinal, esto tiene que ver con la contractura y relajación de la musculatura del intestino. Es por esto que a muchas personas producto de un ataque de pánico o estrés les da estreñimiento y  otras, por el contrario, sufren de evacuaciones constantes.




Otro de los efectos comunes es el dolor y ardor estomacal, el cual puede ser ocasionado por un exceso de la producción de ácidos gástricos. De no solucionarse el trastorno psicológico y de seguir la producción excesiva y constante de ácidos, esto puede empeorar hasta incluso generar úlceras gástricas.

Así mismo, los trastornos psicológicos también pueden conllevar a un aumento del apetito, ocasionando que las personas tiendan a ingerir alimentos en exceso, especialmente carbohidratos y dulces.

Un dato curioso es que, así como los trastornos psicológicos intervienen en el buen funcionamiento del sistema digestivo, lo mismo ocurre en el sentido opuesto. Es decir, los problemas a nivel gastrointestinal pueden repercutir en el aspecto psicológico del individuo. Una vez más, la respuesta a esto son los neurotransmisores que se producen tanto en el cerebro como a nivel intestinal.

Definitivamente existe una relación muy estrecha entre el área psicológica y gastrointestinal. Debido a esto es importante que practiques medidas que te permitan mantener estable tu estado de ánimo. Entre estas te podemos mencionar: mantén una actitud positiva ante las diversas circunstancias de la vida, realiza alguna actividad física como algún deporte y lo más importante, siempre  plantéate metas y objetivos, los cuales le darán sentido a tu  existencia. En la medida en que estés bien psicológicamente, tu organismo te lo agradecerá.