¿Alguna vez te has detenido a mirar a tu
alrededor y agradecer lo que tienes? ¿Te has preguntado cuántas veces al día
dices “gracias”?
El agradecimiento debería ser una parte
fundamental de nuestras vidas. Se define como ese sentimiento que surge cuando
los seres humanos nos hacemos conscientes de lo que los demás hacen por
nosotros, así como también de lo que tenemos.
Al ser agradecidos y decir “gracias”,
estamos cultivando relaciones duraderas y significativas con los demás. Cuando
decimos “gracias”, estamos reconociendo en los demás la ayuda que nos han
prestado y les hacemos ver lo importante que han sido.
Ese reconocimiento es importante, ya que
trae consecuencias positivas y beneficios desde el punto de vista emocional,
tanto para quien agradece, como para quien recibe las gracias. Se ha demostrado
a través de diversos estudios especializados que las personas agradecidas son
mucho más felices que las que no lo son. Esto se debe a que este tipo de personas tienden a tener
una perspectiva positiva de la vida. Son quienes ven el “vaso medio lleno”, en
vez de lo contrario. Son los que siempre ven el lado positivo de cualquier
circunstancia.
Ahora bien, veamos cuáles son los
aspectos positivos o beneficios de dar las gracias.
En primer lugar, es beneficioso para
aquellos a quienes le agradecemos. Cuando mostramos nuestra gratitud hacia
otros, les estamos dando un reconocimiento a sus acciones, les estamos diciendo
que valoramos lo que han hecho por nosotros, les hacemos ver que sus acciones
no han pasado desapercibidas. Esto hace sentir muy bien a esas personas, ya que
se sienten reconocidas y valoradas.
Así mismo, y muy relacionado con el
punto anterior, al agradecer se estrechan los vínculos afectivos que nos unen a
otros. Cuando damos las gracias y reconocemos lo que otros nos han dado o lo
que han hecho por nosotros, estamos fortaleciendo los nexos que nos unen a esas
personas. Esto es importante porque parte de nuestra salud y bienestar
emocional son las relaciones afectivas significativas.
Las personas que son agradecidas son de
naturaleza optimistas y positivas. Siempre ven el lado bueno de las cosas y ven
cada experiencia como una oportunidad de alcanzar logros y metas. Se enfocan en
la solución de los problemas y no en las causas y además están al tanto acerca de
qué pueden aportar ellos para solventar cualquier situación.
Ser agradecido también genera una serie
de cambios fisiológicos en nuestro organismo que a largo plazo benefician nuestra
salud. Por ejemplo, disminuye los niveles de cortisol, que es la hormona del
estrés y aumentan los niveles de serotonina (hormona del amor). Esto genera una
sensación de total bienestar en nuestro cuerpo, el cual cuando es sostenido en
el tiempo, contribuye a un excelente estado de salud.
El agradecimiento tiene un efecto
positivo desde el punto de vista de la inteligencia emocional, ya que nos
permite reconocer en nosotros mismos y en los demás diversas emociones. De esta
manera aprendemos cómo manejarlas y expresarlas.
Por último y muy importante, ser
agradecidos también nos hace ser felices. Esto se debe a que cuando agradecemos
lo que tenemos y lo que recibimos de la vida, sin pensar en lo que no tenemos,
nuestra mente y nuestro cuerpo se llenan de un bienestar que se refleja en la
forma en que actuamos. Las personas agradecidas son felices con lo que tienen,
no se andan torturando por aquello de lo que carecen.
Pues sí, agradecer tiene grandes
beneficios para el organismo. Por ello te instamos a agradecer por lo que
recibes y lo que tienes. Verás cómo poco a poco tu perspectiva de la vida cambia
y te sentirás más tranquilo y feliz de lo que nunca has estado.