El calendario marca que tus vacaciones están por
terminar, apenas unos días te separan de la rutina, los compañeros de trabajo y
los jefes.
Anochece,
amanece, conforme se acerca el día de retorno las palpitaciones aumentan,
la respiración se acelera, entras en depresión, confusión, aislamiento,
insomnio, falta de apetito o en su defecto ansiedad desmedida y no paras de
comer. A estos síntomas se les relaciona con un síndrome denominado
"Trastorno post-vacacional". Se suele confundir con la depresión
clínica, dados los rasgos, y es el padecimiento más recurrente entre las
personas que se reintegran de sus vacaciones, bien sea al ámbito laboral o
educativo.
Los sentimientos encontrados surgen ante el cambio de
actividades. El proceso de reincorporación después de una jornada de descanso y
vacaciones, a la rutina y responsabilidades de un trabajo o ambiente escolar
ameritan una readaptación, para así evitar padecimientos mayores como
enfermedades gástricas, dolores corporales, ira y tristeza producidas
por el estrés.
Por lo general los pensamientos invaden a la persona,
haciéndola enfocarse en lo que deberá sacrificar al regresar a sus
responsabilidades como, por ejemplo: la familia, el descanso, las comidas a las
horas estipuladas, el buen dormir hasta tarde y los lugares placenteros; en su
lugar se enfocan en lo negativo como los jefes, compañeros conflictivos, el
tráfico, madrugar y otorgarle poco tiempo al disfrute en familia.
Una recomendación es reflexionar por unos minutos en
que las cosas siempre pueden mejorar, los amigos te esperan para reencontrarse
contigo y que todo será tan bueno o tan negativo según como tú mismo te lo
plantees.
Al retornar al trabajo empieza lentamente, ponte poco
a poco al día y así no sentirás caer sobre tus hombros toda la presión desde
antes de retornar a la faena.
Recuerda que cada día tiene su propio afán y que las
responsabilidades y problemas que tenías al salir de vacaciones no serán las
mismas que te esperan al retornar. Es posible que incluso no te espere ningún
problema, siempre hay que mantener actitudes positivas.
Otra recomendación es marcarte nuevas metas ante el
retorno al trabajo. Si te sientes constantemente agobiado ante lo que haces, es
hora de tomar control sobre la situación y replantearte como lo asumirás ahora
que retornas con más energías después de haber descansado en vacaciones.
También puedes practicar actividades recreativas una
vez vuelvas de tus vacaciones, recuerda que mereces momentos especiales, así
que prémiate ante cada pequeño logro con cosas o paseos que no te resulten
costosos, pero que te generen satisfacción. Puedes planificar visitar ese
restaurante que siempre te llamó la atención, comerte tu helado favorito al
final del día, empezar a practicar algún deporte que te permita drenar energía
o practicar yoga. Romper con la monotonía es una excelente manera de vencer los
miedos y combatir el estrés post-vacacional.
En caso de
que las preocupaciones continúen más de dos semanas, y sientas que está
afectando tu relación con la familia y amigos, que la depresión se apodera de
ti, que te genera desórdenes alimenticios, emocionales y sociales, es necesario
visitar al psicólogo para atacar la raíz real del conflicto que te aqueja. ¡En
Mi Psicólogo Barakaldo podemos ayudarte!