La dignidad puede entenderse como un estado de
conciencia en el que el valor por sí mismo, el autorrespeto y la autoestima
permanecen en sano equilibrio.
La dignidad viene a ser la aliada de la autoestima,
alertando a la persona sobre situaciones en las que algún otro desea tomar
ventaja o aprovecharse de los sentimientos y las buenas acciones, en cualquier
ámbito (sentimental, familiar, laboral, etc.)
Nada tiene que ver con egolatría, arrogancia ni
orgullo, ya que de ser mal comprendida se estaría violando de igual forma la
dignidad de los otros. Todas las personas valen por quienes son, nadie
está por encima de nadie. Una persona es digna cuando respeta y a su vez exige
el respeto que se merece.
A la vez la dignidad permite tomar conciencia de cada
acción y comentario antes de efectuarlo y posiblemente lastimar a alguien.
Es tal vez uno de los valores humanos que más se
pisotea en cualquier sociedad. Cuando vemos gobiernos que abusan de su
poder, jefes que explotan a sus empleados, religiones que se aprovechan de la
fe de los fieles para cometer abusos, y hasta falsos amigos que se valen de la
confianza y buena voluntad del otro para tomar ventaja, estamos ante
circunstancias donde se atenta contra la dignidad humana.
Características de la dignidad
Características de la dignidad
1.- Nace de la
persona: Ningún
otro aparte de ti mismo(a) puede hacerte más digno o indigno. La dignidad debe
nacer de cada uno, valorando las buenas cualidades que se poseen, defendiendo
el valor propio y respetando el derecho que tienen los demás a mantener su
propia dignidad.
2.- No parte de
la culpa: Algunas
familias poseen parámetros de valores y costumbres sumamente arraigadas, y
cuando alguno de los miembros de la familia difiere de ellas, prefiere muchas
veces acoplarse a las normas, aunque no le parezcan correctas, antes de
defender sus derechos o de manifestar posturas de pensamiento distintos.
No sientas culpa, cada persona es diferente y si no
expresas lo que sientes o te preocupa, y solo estás en actitud complaciente
ante los demás, lograras socavar tu autoestima y tu dignidad.
3.- Los
pensamientos crean realidades: Sean estos buenos o malos, cada pensamiento
genera una realidad. Si sientes que en tu vida falta algo y no eres
plenamente feliz, entonces es porque estás viviendo de acuerdo a lo que
otros esperan de ti y no de acuerdo a lo que quieres.
Modifica tus hábitos, cambia la percepción que tengas
de ti, recupera tu dignidad y empieza a conducir tu vida por nuevas sendas.
4.- Levanta tu
voz: sin
agresión hacía el otro, levanta la voz de tus ideas. Una vez empieces a exigir
respeto e imponer límites ante lo que consideras puede dificultar la evolución
de tu ser, comenzarás a notar como todo cambia.
La dignidad es como una bola de nieve que va creciendo
a medida que la reconocemos. Eso sí, no debes olvidar que tus derechos
tienen un límite, y este lo marcan los derechos de las demás personas en tu
entorno. La voz de la conciencia te ayudará a decidir que es digno y que no lo
es, que te afecta y que afecta a los otros.
Cree en ti, alcanza tus sueños, nunca es tarde para
vivir a plenitud.