El dinero es necesario para vivir. Aunque
algunos digan lo contrario, el dinero otorga libertad para obtener aquellas
cosas necesarias para tener ciertas facilidades. Si bien es cierto que no
compra la felicidad, ni el amor genuino de las personas que nos rodean, permite
tener tranquilidad para poder desenvolverse en casi cualquier situación de la
vida con confianza.
No es tan indispensable como el agua o el oxígeno. Y si lo analizamos en profundidad, el dinero es tan solo una unidad de cambio establecida en cada lugar del planeta.
No es tan indispensable como el agua o el oxígeno. Y si lo analizamos en profundidad, el dinero es tan solo una unidad de cambio establecida en cada lugar del planeta.
Si ahora mismo le colocaran a escoger a un niño entre
un fajo de billetes y un juguete, seguramente no dudaría en tomar su juguete,
porque para él eso es lo que conoce y tiene valor.
Incluso a quien lee este artículo, si sobre una mesa
te colocaras fajos de billetes de distintos países, indistintamente de su
valor, si no conoces su tasa de cambio en comparación con el dinero de tu
región, para ti cada fajo de billetes serían papeles timbrados sin más
importancia.
Lo cierto, a pesar de todo esto, es que el dinero es
energía. Y valga decir, es una energía que todos anhelan poseer. Sin
embargo, por muy deseado que parezca, alrededor del dinero se han creado muchas
creencias limitantes como, por ejemplo: el dinero es malo, los ricos son
egoístas, para tener dinero debes trabajar y trabajar toda la vida, hay que
trabajar como negro para vivir como blanco.
Para transformar estos pensamientos que limitan tu
capacidad de ser prospero, comparto contigo los siguientes 3 pensamientos de
abundancia:
1.- Alerta con
lo que dices
¿Te pasas
todo el día quejándote por aquello que no posees? o ¿porque el dinero no te
alcanza?, recuerda que aquello que proyectas regresa a ti. Si tus pensamientos
son de escasez, es eso lo que regresará a tu vida. Aprende a agradecer por todo
lo que posees, porque hay quienes poseen menos de lo que tú tienes.
2.- No acumules
objetos
Tal vez eres de los que posee una tía o una abuela que
guarda todo ¡absolutamente todo! con la esperanza de tenerlo “para cuando ya no
haya más de eso”.
El acto de acumular se relaciona con escasez,
carencias, pobreza. Empieza a limpiar los armarios y trastos, desechando todo
lo que no has usado en al menos un año. Al universo le fascina llenar
vacíos. Si hay espacio para cosas nuevas, ellas llegarán a tu vida.
3.- Muévete
¿Quieres tener mejores oportunidades en la vida?
Muévete, sal de la zona de confort. La abundancia empieza con cambios de
pensamientos que conllevan a cambios de acciones, de lo contrario jamás
obtendrás aquello que anhelas.
Las oportunidades llegan a tu vida cuando estás
preparado para reconocerlas y aceptarlas, la abundancia es mucho más que
posesión de dinero, revisa tus palabras, modifica tus falsas creencias y
aprende a sonreír y agradecer.