Es una de las más simples y puras expresiones que
puede llegar a demostrar el ser humano. La sonrisa está asociada
directamente a la felicidad. De hecho, cuanta mayor facilidad tengas para sonreír, con mayor propiedad podrás afirmar que más auténtico y feliz eres.
La magia tras la
sonrisa
Sin lugar a dudas, el poder que ejercen las sonrisas
es tan complejo, que en algunos experimentos sociales se ha demostrado que si
una persona sonríe frente a otra (incluso sin un motivo específico) esta le
devolverá el gesto como un comportamiento casi reflejo (tal como ocurre con el
efecto del bostezo).
Además, es bien sabido que se le puede cambiar el día
a otro, y demostrarle apoyo, aceptación, amor o empatía, sin emplear para ello
ninguna palabra, solo a través de este simple recurso en el que el rostro
cambia su expresión para volverse más afable. Así que de ahora en adelante, ¡practica el arte de
sonreír con más frecuencia!
No te acomplejes si tu sonrisa no es la más atractiva,
ya que esta solo depende de con cuanta naturalidad lo hagas.
Tiene efectos
antidepresivos
Puede sacar de una pena o alguna dificultad a quien
esté atravesando un mal momento, o por lo menos puede ayudarle a superar el
problema de una mejor manera.
Se recomienda realizar actividades que te puedan
generar muchas sonrisas, para ello lo ideal es hacer aquello que te gusta. Una buena opción es compartir agradables momentos en
familia o con la pareja, sobre todo si estas personas son risueñas.
Si te mantienes con buena actitud la mayor parte del
tiempo, y demuestras que eres una persona alegre, podrás trasmitir con mayor
facilidad a otros que además eres agradable y divertido. Y como beneficio
adicional serás percibido como más accesible, e incluso más atractivo y
saludable.
Reír, o al menos sonreír se convierte en una sensación
muy agradable tanto para quien lo experimenta como para quienes observan. Es necesario poder comprender, que no todos sonreímos
por las mismas razones, así que no te frustres ni te sientas mal cuando no
logres que otra persona sonría contigo o le agraden tus bromas.
También debes tener en cuenta, que hay momentos en los
cuales sonreír no se te hará tan fácil, sobre todo si estás pasando por un
duelo, ruptura sentimental, o algún momento de rabia o depresión. En estos momentos es cuando más presente debes tener
el poder de tus propias expresiones faciales para vivir, afrontar y superar lo
que te causa malestar.
Recuerda lo que dice el refrán popular: “después de la
tormenta, siempre llega la calma”. Una buena terapia de risa seguro te ayudará con
eso.
Por otro lado, debes aprender a tener la habilidad y
el tacto necesario para saber cuándo es buen momento sonreír, y cuando no. Puesto que si lo haces indebidamente, puedes llegar a ser mal visto e incluso un tanto ofensivo
para la otra persona. Está fuera de lugar sonreír, y mucho menos llegar a
reír a todo pulmón si observas que alguien se cae por accidente, o justo en
medio de un velatorio.
Pero salvo estas circunstancias, es necesario que bajo
ningún concepto te dejes contagiar por la mala actitud de los demás. Cada quien
arrastra sobre sus hombros frustraciones y amarguras en mayor o menor medida.
Tu respuesta ante esto siempre debe de ser mostrar la mejor sonrisa que poseas.
Algunos consideran que este gesto es un regalo de esos
que no cuestan nada, pero pueden llegar a valer mucho más de lo que nos
imaginamos.
¡Regala una sonrisa a todos los que te rodean! Tal vez
marques una gran diferencia en sus vidas.
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