CUANDO ME ENFADO GRITO

El enojo o enfado es una emoción que todas las personas han experimentado alguna vez en la vida. Sin embargo, es una de las más difíciles de controlar. En la mayoría de las circunstancias se puede llegar a los gritos, lo cual empeora el problema. Es entonces cuando se pasa de un diálogo explicativo a uno agresivo y a la defensiva por ambas partes e incluso se puede llegar a herir a la otra persona.

Existen muchas razones por las cuales nos podemos enfadar. Sin embargo, no todas nos van hacer perder la razón y hacernos gritar. Para llegar a ese extremo debe haber ocurrido algo que nos ha marcado, herido o llegado profundamente. Por ello, es importante analizar la causa del enfado.




Teoría Del Espejo

Esta teoría describe que en esos momentos en los que alguien nos hace enfadar de tal manera que si me enfado, grito; lo que realmente nos molesta es el vernos reflejados en esa acción. Al “ver reflejada” una parte negativa de nosotros en otra persona nos desagrada, experimentamos el sentimiento de ira y se tiende a actuar de manera defensiva.

Esto demuestra que es imprescindible hacer una profunda reflexión para entender qué nos enfada de nosotros mismos. Únicamente conociendo su causa conseguiremos alcanzar la solución a nuestro enfado y lograremos no transformarlo en ira.

Formas de Expresar el Enfado

Lo que es más evidente son, precisamente, los gritos. Sin embargo, en muchas ocasiones solo somos conscientes de estar enfadados cuando la emoción es muy intensa. Es necesario conocer también cuando estamos enfadados, aunque no sea de manera tan intensa y esto lo podemos conseguir prestando atención a nuestro cuerpo. Es importante analizar nuestro cuerpo para conocer y saber como expresamos el enfado. Las sensaciones corporales que habitualmente acompañan al enfado suelen ser: sensación de calor, aceleración del corazón, apretar la mandíbula, sudar, apretar los puños, fruncir el ceño, entrecerrar los ojos y hasta temblar. Es importante conocer todo ello, para poder analizar nuestro cuerpo ya que es en este punto en el que aún existe la posibilidad de retorno. Si no conocemos estos indicadores, se nublará el pensamiento y aparecerán los gritos y la agresividad.




¿Cómo se Controla?

Ya se ha comentado con anterioridad que los gritos no llevan a nada, pero, ¿qué hacer si cuando me enfado, grito y no sé controlar los episodios de ira? En primer lugar, hay que saber controlar la emoción, posteriormente, si la emoción se desborda, debemos contener las ganas de gritar y buscar una menor manera de expresarlo.

Respira profundamente

Esto es lo primordial para calmar la desesperación que estamos sintiendo.  Respirar unas 10 veces profundamente (respiración diafragmática) reduce las emociones negativas y disminuye las respuestas impulsivas. Además, permite oír lo que el otro tiene por decir, en definitiva, mejora la comunicación.

Demuestra Empatía

Si en algún momento no te has sentido cómodo con cualquier cosa, es importante que te expreses sobre ello. Sin hacer sentir culpable ni esperar que se actúe de forma contraria a lo que el otro piensa. Cada quien debe dar su punto de vista y ambos quieren ser escuchados.

Cabe destacar, que al gritar demostramos que queremos ser escuchados, pero la otra persona se ve opacada a pesar de también querer ser escuchada. Por ello, es común la frase “si tú gritas, yo puedo gritar más”. Para que te entiendan, debes entender al otro. Al fin y al cabo, las discusiones se producen por falta de comprensión.

Tómate un Tiempo

Ante un clima de tensión que puede acabar en gritos, lo mejor es la retirada. Al alejarte de la zona de conflicto uno puede relajarse, respirar profundo y pensar con calma lo que sucede, que se va a decir y maneras de decirlo sin llegar a los gritos. ¡La clave está en aprender a ser asertivo!



Prácticas Cotidianas

Haz un Break

Una técnica consiste en tomarse 5 minutos en 5 momentos diferentes para tener un tiempo de relajación. Puede ser cualquier actividad que se considere relajante y que ayude a disminuir el estrés. Con la práctica diaria se puede llegar a controlar la ira y el enfado satisfactoriamente.

Meditación

Nos permite concentrarnos en nosotros, reducir la ansiedad, el estrés y disfrutar del presente y de nuestras emociones positivas. Además, es útil para pensar en lo que realmente queremos y en la mejor manera de comunicarlo.

Libera Tensión

Realizar algún deporte, leer un libro, cantar, tomar una ducha, limpiar una zona de la casa o practicar algún hobbie. Estas actividades nos ayudan a liberar esas emociones negativas que nos ponen tensos. Además, es eficaz para sentir que descargamos nuestras emociones negativas en algo.