APRENDE A SER POSITIVO

En todo momento nos vemos rodeados de eventualidades y acciones externas que forman parte de nuestras vidas. Algunas veces estas coinciden con un mal momento para nosotros o influyen en nosotros de forma negativa. Esto, puede condicionar ciertas actitudes y/o estilos de vida, pero la creatividad, la resiliencia y la fuerza de voluntad pueden evitar que estos factores nos afecten de forma negativa.

Tener la determinación para cambiar lo que se pueda y la sabiduría para sobrellevar las que no es parte fundamental del proceso para aprender a ser positivo. Además, se debe tener en cuenta que un mal día no es una mala vida y que cada día es una nueva oportunidad para demostrar nuestra capacidad de superación y de crecimiento. Ten como premisa que para cambiar algo lo debes ver desde otra perspectiva.




¿Cómo ver el lado positivo de las cosas?

Usa un Lenguaje Positivo

No importa cuál sea el momento por el que estés pasando, el uso de afirmaciones generalizadas y negativas solo hará peor. Por muy difícil que sea la situación intenta agradecer y ser optimista al hablar sobre el tema.

Rodéate de Amigos y Buenos Momentos

Encontrar en quien confiar y apoyarte es una de las mejores maneras de afrontar malos momentos. Además, ellos aumentan la alegría y ayudan a buscar otra perspectiva a la circunstancia. Aunque sientas que puede suponer una carga para el otro, si es un buen amigo, eso nunca será asía. Que un buen amigo te escuche, siempre, es un gran apoyo.

Además de tener la buena compañía, realizar actividades que te mantengan proactivo, incluso solo, es beneficioso para el estado de ánimo y evitan pensar cosas o aspectos negativos. La distracción puede ser clave.

Tiempo al Tiempo

Todo en esta vida pasa y cambia. Nunca se sabe cuánto durará una situación. Pero como dice la canción: “no hay mal que dure mil años, ni cuerpo que lo resista”. No desesperes por el tiempo que pase, aprender a disfrutar del día a día con sus pequeñas cosas es imprescindible.




Haz lo que esté en tus Manos

Busca lo mejor sin enfocarte en la perfección. Acepta lo que está sucediendo, cambia lo que puedas cambiar. No eres responsable de lo que no puedas cambiar. Pon de tu parte y cuida de ti, pues tu felicidad también depende de tu bienestar físico.

Visualización

Consiste en imaginarte en el momento más feliz de tu vida. Deja que tu mente se invada de la alegría del momento y luego proyéctalo en una situación a futuro que te llenaría de esa misma emoción. Enfócate en ese plan a futuro o en un logro que esperas alcanzar y visualiza cómo llegarás hasta eso. Crea un plan e imagina cada detalle que tu mente pueda para llegar a esas metas o solucionar el problema. Esta técnica nos permite sentir positivos respecto al futuro y nos llena de confianza y de seguridad.

Practica

Ya se comentó que es un proceso que supone tiempo y esfuerzo. Pero también es cuestión de práctica, repetición, un proceso de ensayo y error. Se puede comenzar por cosas simples y progresivamente ir aumentando la dificultad; quizás no puedas hacerlo todos los días al principio. Sin embargo, con el tiempo se vuelve un hábito y un estilo de vida. Algunas cosas que puedes practicar son:

Sonreír

Todos los días al levantarte sonríe. Antes de salir de casa mira el espejo y sonríe. También hazlo al entrar a un establecimiento. Dedícale una sonrisa a un desconocido. Hazlo hasta que sea espontánea esa sonrisa constante.

Agradece

No importa lo pequeño del gesto amable, da las gracias. Antes de comer, al despertar, al acostarte, si ves algo hermoso, si te pasó algo bueno por efímero que parezca.




Felicítate y Anímate

Tú eres quien más te conoces y eso puede hacer que te juzgues y critiques más duramente que a los demás. No seas tan duro y admira tus pequeños triunfos, agradécelos y celébralos. En caso de que fracases, no te autoflajeles. Por el contario anímate a seguir intentándolo y ofrece opciones para solucionar las adversidades.

Ámate y da Amor

Dedica algo de tiempo al día para mirarte al espejo y decirte “me amo, me valoro, me acepto” repítelo hasta que te sientas invadido de amor propio. Al repetirlo todos los días te volverás más seguro de ti mismo y por ende más optimista respecto a tus decisiones, futuro y confiarás en tu capacidad de salir de esa mala situación que vives.

Del mismo modo, hacer ver a los demás tus capacidades y ayudarlos a superar sus propios malos momentos nos ayuda a aceptar que se puede mejorar. Además de todo ello, se crea una red de apoyo mutua, en la que si uno flanquea el otro sirve de muleta y con quien poder avanzar en el proceso.

¿Qué me hace ver solo lo Negativo?


Buscar Culpables

No busques culpables. Esto puede romper lazos de amistad o hacer sentir mal a otra persona. Por otra parte, si te culpas a ti mismo sería uno de los errores más grandes. Tu autoestima y capacidad creativa se verán nubladas por esto, retrasando la salida del mal momento. Nadie tiene la culpa y lo más importante es buscar la solución y no al culpable.

Exagerar la Circunstancia

Magnificar cada evento ocurrido y darle un tono dramático o exagerado hace que veamos el problema aún más grande de lo que realmente es. Por otra parte, enfatizar los puntos negativos limita nuestra capacidad de resolución de problemas.

Además, las quejas constantes pueden convertirse en un hábito nocivo. En un principio suelen ser un desahogo, pero con el tiempo nos hará anclarnos en el problema y no ser capaces de encontrar alternativas.

Menospreciarte

En todo momento la autovaloración es fundamental para llevar una vida plena. Cuando se presenta una situación difícil si no nos creemos capaces de superarla nunca podremos ver las ventajas y aprendizajes que sacamos de ellas. Así que créetelo, tu puedes superar esto y todo lo que se ponga en tu camino.